Aquí tenemos un vistoso expositor de botas de agua.
La verdad es que llama mucho la atención por su colorido. Este en concreto lo suelen tener en la entrada del punto de venta, una elección interesante para aprovechar sus características.
Aquí tenemos un vistoso expositor de botas de agua.
La verdad es que llama mucho la atención por su colorido. Este en concreto lo suelen tener en la entrada del punto de venta, una elección interesante para aprovechar sus características.
Este es un mueble muy funcional.
Lleva ruedas para moverlo con facilidad, es mas protagonista el propio producto que las cartelas y tiene bastante capacidad. También es giratorio.
En general, un práctico expositor.
Este mueble presenta un problema evidente. Cuando le falta producto se generan unos huecos que dejan ver el “esqueleto” del expositor.
Le quita cuerpo, elegancia, y lo que es peor, visibilidad, porque pasa de ser un mueble para ser visto a una estructura metálica sin más.
Pero como todo, tiene su parte positiva, pesa mucho menos, con lo cual algo facilita el transporte. Quizá una característica no especialmente equilibrante.
Aquí tenemos un mueble de líneas muy rectas y diseño muy sencillo.
Se consigue dar protagonismo al producto, también gracias al packaging de éste.
Lástima que este tipo de expositores no los encontremos mechados para facilitar el transporte, pero hemos de tener en cuenta que el coste que supone mecharlo se equilibra con la reducción del embalaje.
Expositor informativo con buzón.
No circulan muchos expositores de este tipo por sus características, pero hace su función perfectamente.
De líneas suaves y muy buena visibilidad. Toda la información es frontal, y la capacidad del buzón es notoria.
Echo de menos una superficie donde rellenar el formulario. Excepto esta sugerencia (que nos viene al pelo) es un mueble eficiente.